La ley para la Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura no solo contempla los valores geológicos o científicos que los Monumentos Naturales de Extremadura puedan tener, sino también los culturales. Si hay un elemento cultural importante en Aliseda, este es su tesoro.
Decía Ortí Belmonte, director y conservador del Museo Arqueológico Provincial de Córdoba, refiriéndose al Tesoro de Aliseda: “A un kilómetro de Aliseda, hay una mina de hierro llamada la Abundancia con dos cuevas de gran profundidad, inexplorada y a tres, otra mina llamada la Plata. Si estas minas fueron explotadas por los fenicios, tendríamos explicado lógicamente la colonización fenicia en Aliseda y la presencia por lo tanto de estas maravillosas alhajas”, (Ortí, 1924).
Parece ser un pequeño error que Ortí nombrase a la mina como Abundancia ya que, aparte de esta referencia no tenemos ningún otro dato de alguna mina que tuviese este nombre en Aliseda a lo largo de su historia minera, pensamos que podría tratarse de la mina Desconfianza o de algún punto de extracción asociado a ella. Desconfianza era el nombre que tenía la mina Pastora a principios del siglo XX (Crespo, 2015).
Mina Pastora: Su relación con el Tesoro de Aliseda
En cualquier caso, Ortí Belmonte ya intuyó una posible relación entre la extracción del hierro y el Tesoro de Aliseda. Ciertamente, es difícil de explicar la existencia de un tesoro como el de Aliseda sin que haya una fuente de riqueza que dé lugar a su origen. A raíz de las excavaciones arqueológicas e investigaciones minero-metalúrgicas llevadas a cabo por Alonso Rodríguez y su equipo con el descubrimiento de los hornos protohistóricos de reducción y de las escorias de sangrado, parece cada vez más evidente la relación de la mina Pastora con el poblado protohistórico, donde también se encontraron escorias, y con el Tesoro de Aliseda. Según Alonso Rodríguez, los conocimientos metalúrgicos que permitían realizar la reducción del mineral de hierro parecen haber sido un factor determinante de poder en el tiempo del Tesoro de Aliseda (Rodríguez et al., 2015).